Esta sopa, tan típica en mi tierra y que quitó tanta hambre a nuestros abuelos, sigue preparándose en todas las casas y gusta a todo el mundo. Es toda una demostración de como preparar una buena comida para toda la familia con tan sólo tres sencillos ingredientes. Antes seguramente no podrían ponerle huevo pues a veces ni lo tenían, pero ahora que podemos la enriquece y es una cena perfecta y completa e ideal para aprovechar el pan de hogaza que se va quedando duro y no sabemos que hacer con él. También quiero aprovechar para participar de nuevo en el concurso ¡Aprovéchame! que Laube, del blog ¡Sano y de rechupete! ha organizado.
Ingredientes (para 4 personas):
4 dientes de ajo
8 rebanadas finas de pan de hogaza duro o de varios días
1 cdta de pimentón
1 l de agua
1 huevo por persona
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Ponemos al fuego una cazuela con un poco de aceite de oliva donde sofreiremos los dientes de ajo picados sin dorarlos en exceso. La separamos del fuego y añadimos el pimentón, esto se hace para que no se queme con el exceso de calor. Seguidamente añadimos las rebanadas de pan y les damos unas vueltas con la cuchara de madera para que se impregnen del ajo y el pimentón. Añadimos el agua y la sal y dejamos cocer durante 8 minutos. Según empiece a cocer se baja el fuego al mínimo.
Se sirven con un huevo cascado en cada cuenco, que se cocinará con el calor de la misma sopa.
Se sirven con un huevo cascado en cada cuenco, que se cocinará con el calor de la misma sopa.
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