¿A quién no le gustan unos huevos con salchichas? ¿y la pasta? Si unimos las dos cosas conseguimos este maravilloso plato, delicioso y completo. Una receta más del magnífico chef inglés Jamie Oliver. Animaros a probarla, ¡os encantará!
Ingredientes (para 4 personas):
5 salchicas frescas
Aceite de oliva
4 lonchas gruesas de panceta picadas
sal marina y pimienta negra recién molida
455 gr de linguine secas (o tallarines)
4 yemas de huevos grandes, preferiblemente ecológicos
100 ml de nata líquida
100 gr de queso parmesano recién rallado
La piel de 1 limón
Una ramita de perejil fresco de hoja lisa picada
Preparación:
Con un cuchillo afilado, corta la piel de las salchichas a lo largo y saca toda la carne. Con las manos humedecidas, haz pequeñas albóndigas del tamaño de unas canicas grandes y resérvalas.
Calienta una sartén grande y échale un buen chorro de aceite de oliva. Saltea con cuidado las albóndigas hasta que estén doradas por todas partes, añade la panceta y sigue friendo un poco más, hasta que la panceta quede dorada. Mientras tanto, pon a hervir agua con sal en una cazuela, echa las linguine y cuécelas siguiendo las instrucciones del paquete.
En un cuenco grande, bate las yemas de huevo, la nata, la mitad del parmesano, la ralladura de limón y el perejil; cuando la pasta esté cocida, escúrrela con un colador, y reserva un poco del agua de la cocción, mézclala inmediatamente con las yemas batidas y échalo todo de nuevo en la cazuela de pasta. Incorpora las albóndigas calientes y mezcla bien. El huevo se cocerá suavemente con el calor de las linguine, lo justo para espesar, pero sin llegar a cuajarse. La salsa debe quedar suave y sedosa. Si la pasta se te queda algo pegajosa, añade unas cucharadas del agua de la cocción reservada para suavizarla. Echa el resto del parmesano por encima, corrige de sal y pimienta, en caso necesario; añade un chorrito de aceite de oliva extra virgen y sirve los platos. ¡A comer inmediatamente!
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